ÑAM-ÑAM, de MIMA x Dub Ambassadors
Las canciones ÑAM-ÑAM y Dos amores se lanzaron como sencillos el domingo, 2 de junio de 2019, en una edición especial de doble vinilo. El lanzamiento ocurrió en una presentación especial de Mima con los Ambassadors en La Respuesta, en Santurce. Ahí también debutó el video musical de ÑAM-ÑAM. Con dicho estreno audiovisual se sintetizan distintas inquietudes personales, artísticas y audiovisuales de ambas artistas, siempre alertas a los procesos socioculturales de la Isla y preocupadas por el panorama de incertidumbre que arropa el país luego del huracán María y aún bajo la otra tormenta que supone la Junta de Control Fiscal.
ÑAM-ÑAM, la canción, es una musicalización de un fragmento del poema homónimo de Luis Palés Matos (1898-1959). ÑAM-ÑAM, el video, recoge el carácter crítico, irónico y onomatopéyico de la poesía afroantillana palesiana. La preocupación sobre el tema racial y de desigualdad también acude a las mentes de Mima y de Colón, quienes plasman en este trabajo un tono que, aunque lúdico, registra el limbo en que se encuentra el País. Entre la impecable musicalización de dub y reggae (cortesía de los Ambassadors) y la imaginería inspirada en los cuadros del artista plástico dominicano José García Cordero (Perro bipolar, La jauría y Boat People IV), más las aportaciones de Mima y Macha Colón, puede afirmarse que en el video de ÑAM-ÑAM resuena el amor transcaribeño que expresaba Palés Matos.
Las secuencias del video muestran a una Mima desdoblada: por un lado, la vemos como una oficial de una agencia gubernamental solo identificada como “FLEMA”; por otro, la vemos en clave de guardiana espiritual de la otra Mima y como narradora omnisciente. Esa es la Mima que le canta a la audiencia. “En este video me he propuesto mirarme como puertorriqueña y reflejar la experiencia boricua de ser colonizada y, a la vez, tener que participar del proceso colonizador… muchas veces porque no le queda más remedio a la gente”, señala. A propósito de dualidades rocosas, Colón agrega que el video también muestra a una Mima que domina su miedo y se expone ante el público, no solo como cantautora, sino también como performera mujer, lo cual no es tan sencillo en un contexto ―la escena musical de Puerto Rico― dominado por hombres y, hasta cierto punto, cargada de machismo”.
La mención del “miedo” por parte de Colón no es casual: está presente en el video de ÑAM-ÑAM por varias vías. Quizá las más obvias sean el miedo a la confrontación con la memoria de lo perecedero, el miedo a nosotros mismos y a un paisaje en ruinas protagonizado por la ausencia. Todo ello describe bien nuestra conciencia post-María, la cual se palpa en las imágenes del vídeo y que aún representa un trauma para todo el País. Para ambas artistas era importante señalar nuestro propio rol dentro del paisaje, más allá de utilizarlo como postal de denuncia de la miseria.
Además, el miedo llega a esta obra desde su misma concepción, pues muchas de las tomas evocan imágenes soñadas por Mima: un naufragio con su sombra, la llegada a la costa, el acecho de una jauría. “En el transcurso de la pesadilla, un factor clave era que lograba sobrevivir a través del dominio de mi cuerpo, o sea, el de mi mente, antídotos contra los efectos más inmediatos de la colonización”, explica Mima. “Fue muy gratificante verla permitirse protagonizar su propio video con esa libertad… ver su cuerpo en proceso de reconocer toda su experiencia”.
El video de ÑAM-ÑAM se grabó en la desembocadura del río La Boca, en Barceloneta ―de donde proviene la familia materna de Mima― y retrata las inmediaciones y el abandono de las edificaciones de su paisaje playero, recientemente arrasado por la marejada ciclónica post-María. La dirección de Macha Colón recoge imágenes muy sugestivas y dramáticas, donde solo vemos la presencia de la oficial Mima, un perro y otros tres oficiales de FLEMA algo peculiares, interpretados por tres de los miembros de los Ambassadors: Javier Pérez, Bebo Dumont y Nicolás Linares. El perro, a quien Colón resguarda en su hogar en la vida real, alude tanto al sueño de Mima como a las pinturas de García Cordero y representa el miedo y la incomodidad que se siente ante lo otro desconocido. Aún con esa carga temática y el peso de nuestras ausencias, la edición le imprime al video un ritmo ligero y un carácter irreverente, para crear un equilibrio artístico que resulta muy Mima y muy Macha Colón a la vez.
Créditos
Dirección: Macha Colón
Música: Mima y los International Dub Ambassadors
Dirección de fotografía: Brendaliz Negrón
Edición: Patty Cruz, Macha Colón
Dirección de arte: Josie Minguela
Coreografía: Sorely Muentes
Creación especial del tipi: Alejandro Cirilo (Archivo Corriente)